Cuando hablamos de celebraciones, Japón sin duda podría ocupar uno de los primeros lugares de la lista en tradiciones milenarias dentro del continente asiático, ya que prácticamente cuenta con fiestas para todo tipo de ocasiones; éstas transcurren durante todo el año, siendo en temporada de verano donde se festejan la mayor parte de ellas. Los festivales de Japón se caracterizan por sus peculiares desfiles, llenos de vida, historia, color y alegría. Convirtiéndolos en un gran receptor de turistas.
Sin duda lo que más llama la atención de un país es la historia y cultura que lo rodea, el conocer más sobre sus orígenes y el porqué de sus costumbres es algo que nos emociona; ya que la cultura de un país es su carta de presentación ante el mundo. Y una de las formas más divertidas y coloridas de aprender más sobre ellas es a través de sus festividades y tradiciones. Por esta razón cuando visites el hermoso país del sol naciente, tienes que experimentar por ti mismo una de estas fiestas tradicionales.
1. Kanamara Matsuri.
Posiblemente ya hayas escuchado hablar sobre este peculiar festival de Japón, ya que se trata del “festival del pene de acero” o “festival del falo.” Se realiza en el primer domingo de abril en la ciudad de Kawasaki, siendo uno de los más populares entre los turistas de todo el mundo. Esta celebración es un homenaje a la fertilidad masculina, su propósito principal es pedir por la prosperidad, fertilidad y protección contra enfermedades de trasmisión sexual.
Este festival consta de exhibir tres altares portátiles que son cargados en los hombros por un grupo de travestís. En estos portan las estatuas de penes; dos de ellas de madera y la otra de metal en color rosado. Esta última hace referencia a la historia de sus principales orígenes, llevando como nombre “pene de acero.”

Foto de: Saya M en Flickr
Durante el transcurso del festival puedes encontrar toda clase de productos con la forma del órgano reproductor; desde dulces, frutas, algunas comidas, ropa con estampados alusivos e incluso gafas con nariz de pene.
Sus orígenes provienen de las prostitutas y geishas de épocas medievales, quienes daban como ofrenda un pene de acero a un demonio, con el objetivo de alejar las enfermedades de trasmisión sexual y se les permitiera realizar su trabajo de manera tranquila. Los fondos recaudados se suelen destinar a la investigación contra las enfermedades de trasmisión sexual.
2. Kanto Matsuri.
Kanto Matsuri, forma parte de la lista de los mejores festivales de Japón, también conocido como el festival de los faroles. Se lleva a cabo en la ciudad de Akita, se festeja en los días del 3 al 6 durante el mes de agosto, su propósito principal es pedir por las cosechas de la temporada y librarse de las enfermedades de verano.
La atracción principal de este festival es su desfile tradicional, en el cual los participantes llevan largas varas de bambú, llamadas kanto, con una altura de hasta 12 metros, pueden llegar a pesar hasta 50 kilos, el peso varía dependiendo de la altura de la vara. Cada vara de bambú porta alrededor de 46 linternas, llamadas chochín, que son iluminadas por velas que llevan en su interior.
Lo que más impresiona del desfile es ver toda la habilidad y destreza con la que cuentan los participantes, para mantener el equilibrio de estos postes en lo alto, mientras utilizan distintas técnicas, tales como: mantenerla en la cadera completamente equilibrada mientras que con sus manos libres realizan algún tipo de malabar, también sobre su frente, la palma de su mano o sobre uno de sus hombros.
En cuanto te adentras en este festival te invade el sonido de la música tradicional, el retumbar de los tambores, la melodía de las flautas y los gritos de los participantes al unísono pronunciando: ‘’dokkoisho, dokkoisho’’, que se traduce ‘’como pesa, como pesa’’.

Foto de: 掬茶
3. Festival Obon
También conocido como el festival de los antepasados, es uno de los festivales de Japón tradicionales de mayor importancia. Normalmente se lleva a cabo entre los días 13 y 15, del mes de agosto. Aunque estos pueden cambiar dependiendo el calendario y la región.
Esta festividad tradicional es el culto que se realiza a los espíritus de los antepasados, su origen es budista y se celebra desde hace más de 500 años. En la tradición japonesa se cree que las almas de los ancestros vuelven en estas fechas a visitar a sus familias, y aunque es una festividad cargada de nostalgia y de sentimiento, el principal objetivo es darles la bienvenida a las almas de los difuntos con alegría, rezos y mucho respeto.
Los japoneses dan la bienvenida al Obon preparando una ofrenda para los espíritus, se trata de unas pequeñas repisas hechas con una tabla, en las que se suelen colocar algunas comidas, frutas, verduras, bolas de arroz, dulces y sake; pero los más representativos dentro de la ofrenda son el pepino y la berenjena, pues representan a un caballo y una vaca, que tienen como fin guiar a los espíritus entre el mundo terrenal y el espiritual. También se acostumbra colocar una linterna fuera de las casas, sirve para alumbrar el camino de las almas hacia la vivienda.
En Hiroshima se tiene por costumbre realizar un ritual de despedida, en el cual sobre el río Ota se coloca un barco pequeño de madera, que lleva sobre él unas lámparas hechas de papel; se realiza durante la última noche del festival pues se considera la forma de guiar a los ancestros de nuevo a la tierra de los muertos, esto lo vuelve uno de los mejores festivales de Japón.
En la región de Kyoto se realiza un homenaje llamado Gonza no Okuribi, (también es conocido como “fuego de despedida’’) en el que sobre algunas montañas se crean simbolos japoneses y emblemas de descendencia familiar, luego son iluminadas y pueden ser observadas desde diferentes puntos de la ciudad. Si quieres saber más sobre este festival, visita nuestro artículo: festival Obon, el reencuentro después de la muerte.

Foto de: PH3 Ian W. Anderson
4. Shogatsu.
El shogatsu es el festival de año nuevo, se celebra del 31 de diciembre al 1 de enero. Es uno de los festivales de Japón más tradicionales. La mayoría de los japoneses suelen visitar junto con su familia los santuarios o templos budistas, con el propósito de dar gracias por el año que pasó y rezar por la prosperidad de este nuevo. Se acostumbra pedir por las cosechas y se dan la bienvenida a los ancestros protectores de cada familia.
Las casas tradicionalmente se decoran con adornos hechos de pino, ciruelo o bambú, y se colocan en las entradas de la casa; también suelen adornar sus ropas. La comida típica de año nuevo es el toshikoshi soba, son unos fideos hechos con alforfón, los que simbolizan la longevidad, también se acostumbra comer verduras y tomar un poco de sake.

Dominio publico
En esta temporada los japoneses ven al comienzo del año como un nuevo inicio en su vida, lleno de nuevas oportunidades y con el propósito de abandonar todos los problemas que ocurrieron durante el transcurso de este; por esta razón se acostumbra concluir todos los quehaceres y las tareas antes de que finalice el año.
Se tiene como tradición enviar cartas a los familiares y amigos, en ellas se acostumbra desear la mejor de las suertes con este nuevo inicio. Y para dar la bienvenida al año se lanzan miles de fuegos artificiales creando espectaculares efectos visuales. También, durante estos días de Año Nuevo, se realiza la quema de los Darumas, también conocidos como amuletos de los propósitos.
Esta lista es solo una selección de los numerosos festivales que se celebran en Japón a lo largo del año. Cada mes ofrece una variedad de eventos que resaltan la cultura, la espiritualidad y las tradiciones únicas de Japón.
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Conoce la guía completa de festivales en Japón
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5. Tanabata.
Otro de los festivales de Japón es el tradicional festival de Tanabata, también conocido como el “festival de las estrellas”. Se lleva a cabo el día 7 de julio, en este día las estrellas Vega y Altaír vuelven a encontrarse por todo un día, pues durante todo el resto del año se encuentran separadas por la vía láctea.
Durante este día se acostumbra escribir los deseos de cada persona sobre un listón de papel de colores, estos deseos son colocados sobre una rama de bambú para que se vuelvan realidad. Antes de concluir la noche los deseos se ponen a flotar en un río, o se queman para que puedan llegar hasta el cielo. En el transcurso de este festival el ambiente es algo fantástico, pues las calles se encuentran decoradas con hermosos adornos, hay música por todas partes y las calles están llenas de puestos de comida; también casi en todas las regiones se realizan concursos de decoraciones conmemorativas al festival de tanabata.

Foto de: Hanasakijijii
Tras esta tradicional fiesta se esconde una trágica pero apasionante historia de amor, que habla de dos amantes a los que solo se les permite estar juntos una vez al año. Cuenta la leyenda que la princesa Orihime, hija del rey de los cielos, se dedicaba a tejer hermosas ropas para todas las deidades, esto lo hacía cerca del “río celestial”, mejor conocido como la vía láctea. Pero un día se dio cuenta de su soledad y su padre quien la adoraba, le presentó con un pastor de ovejas, de nombre Hikoboshi. En cuanto se miraron a los ojos su amor fue tan intenso que descuidaron sus quehaceres; cuando el rey de los cielos se enteró los obligó a distanciarse, pero para que su hija no volviera a sentir la soledad, les propuso que durante cada año se podrían reencontrar. Otorgándoles así todo un día para reavivar su gran amor.
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Estos fueron algunos de los festivales de Japón con mayor relevancia e importancia dentro de este hermoso país, que nos muestran su amplia variedad cultural y lo divertido e interesante que llegan a resultar estos eventos.