Las creencias de la muerte en Japón, dan comienzo con una leyenda que habla sobre la creación del antiguo Japón. Es curioso poder observar como se intentaba dar una explicación sobre el origen de la vida y la muerte desde la antigüedad, así que en este artículo conocerás algunas de las creencias y tradiciones acerca de cómo es vista la muerte en el país del sol naciente.
Posiblemente ya te hayas dado cuenta de que la mitología japonesa cuenta con un conjunto muy complejo de creencias y mitos. La mayoría de las leyendas japonesas basan sus orígenes en los libros Kojiki (el primer libro más antiguo sobre la historia de Japón) y Nihonshoki (el segundo libro más antiguo sobre la historia de Japón), en estos libros se guardaban todos los registros importantes y trascendentes de la época. Por esta razón en ellos podemos encontrar el relato sobre el origen de la muerte según la mitología japonesa.

Dominio público 舎人親王(天武天皇5年 – 天平7年)遍
El origen de la muerte en Japón según la mitología.
El inicio de la muerte en Japón se sitúa justo después de la creación del cielo y la tierra. En el origen de los tiempos, los primeros dioses japoneses crearon a dos seres divinos, un hombre y una mujer, ella fue llamada Izanami y él Izanagi. Los dioses ancestrales les encomendaron la tarea de crear una tierra tan maravillosa que no tuviese comparación con ninguna otra. Así fue como comenzaron a formar las ocho grandes islas japonesas.
Pasaron los años y estas divinidades ya habían concluido su principal tarea, así que comenzaron a tener descendencia, para que pudieran disfrutar de esta nueva tierra. Estos dioses nacidos de Izanami e Izanagi, tenían un aspecto simbólico importante, pues ellos representaban la naturaleza o la cultura, cada uno representaba a una de ellas, (se dice que fueron más de 8,000,000 dioses). Sin embargo las cosas se complicaron para la diosa durante el parto de Kagutsuchi, dios del fuego. Al dar a luz ella sufrió quemaduras graves, Izanami pasó un tiempo enferma, hasta que finalmente murió.
La muerte de la diosa de la creación, fue tan devastadora que afectó a todos sus hijos, pero su muerte dejó desconsolado a Izanagi, quien no podía tolerar la idea de perder a su esposa. Así que emprendió un viaje hacia el reino de los muertos (al que se le conoce como Yomi). La principal diferencia entre la tierra de los muertos con la de los vivos es la oscuridad eterna que siempre reina ahí.
Mientras estaba en la búsqueda de su esposa, los demonios con los que se llegaba a topar le advertían que Izanami jamás regresaría con él, que ya no era posible volver cuando ya alguien formaba parte de Yomi. A pesar de todo, Izanagi continuó con su búsqueda día con día, hasta que encontró a su amada esposa. En un inicio él no podía distinguirla bien, ya que se encontraba envuelta en una abrumadora oscuridad; a Izanagi esto no le importó y se acercó hacia ella.

Dominio público. Pintura de Eitaku Kobayashi.
Cuando estuvo a su lado, Izanami se asombró al ver a su esposo y él a su vez le rogó que regresara de nuevo a la tierra de los vivos. Ella le dijo que no podía regresar con él, pues ya era demasiado tarde, que ya había comido el alimento del inframundo, pero Izanagi no cedió ante esa idea y ambos buscaron la forma de volver. Izanami le dijo que intentaría convencer a los dirigentes de Yomi para que la dejaran marchar y pidió a su esposo que no entrara durante ese momento.
Sin embargo él no pudo resistir la curiosidad, así que tomó un diente del peine que sujetaba su largo cabello y lo incendió para poder alumbrar en la espesa oscuridad que había dentro del palacio. Gracias a la tenue luz que emanaba de su peine, Izanagi violó la ley de Yomi al perturbar la armonía de las tinieblas y a su vez contempló la verdadera apariencia de su esposa, ya transformada en un cadáver en descomposición y cubierto de gusanos.
El impacto de Izanagi al ver a su esposa fue tanto que no pudo controlar su miedo y salió corriendo del palacio, pero justo detrás lo perseguía su esposa, quien lo acusaba de haberla humillado al romper su promesa. Después de haber corrido kilómetros, Izanami atravesó el cuerpo de su esposo con una lanza, dejándolo herido. Pero él continuó corriendo incansablemente hasta salir del reino de los muertos, cerrando tras de él las puertas de Yomi.
Desde el interior, Izanami le gritó a su esposo que la dejara salir de Yomi y la dejara entrar en el reino de los vivos, pero él estaba tan aterrorizado por todo lo que había vivido, que se negó rotundamente. Entonces la diosa amenazó a Izanagi con matar a 1000 humanos cada día, a lo que él respondió: “Entonces yo daré vida a otros 1500 seres cada día. De esta forma fue como la muerte y la vida comenzaron a extenderse por toda la tierra.

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Shinigamis, dioses de la muerte en Japón.
Otra de las creencias sobre la muerte en Japón es sobre la existencia de los Shinigamis, estas peculiares criaturas pertenecientes al folclore japonés han ganado popularidad en las últimas décadas, gracias a sus apariciones en series, mangas y escritos reconocidos.
En la mitología japonesa los Shinigamis son considerados dioses de la muerte, se cree que estos seres son los encargados de decidir quienes viven o mueren, también se les asocia con los sentimientos relacionados al suicidio ya que se dice que inducen emociones de tristeza profunda y la necesidad de querer morir. El término “Shinigami” se popularizó hasta el periodo Edo, pues se pueden encontrar obras con escritos sobre la aparición de los mismos, ya que en los primeros libros no hay muchos registros sobre estos seres.
Izanami, suele ser vista como un shinigami, ya que según la leyenda antes mencionada, ella les dio la muerte a los humanos. También se suele creer que los Shinigamis pueden poseer el cuerpo de las personas y manipularlo para lograr su cometido, que es obtener su alma.
Existen diferentes versiones y creencias acerca de estos seres, pues hay quienes creen que los shinigamis no son seres ni buenos ni malos, sino que simplemente tienen una tarea por cumplir y aunque esta es triste, también es necesaria. Piensan que los shinigamis son quienes ayudarán a cruzar a los espíritus y que sin su guía el alma quedaría perdida entre ambos planos, sin obtener su descanso. Pero hay quienes dicen que estas criaturas son seres despiadados e insensibles y que su único objetivo es alimentarse de las almas de las personas para subsistir y no desaparecer, e incluso en la mayoría de las historias o relatos acerca de estas criaturas, se les suele asociar con el mal y la toma de decisiones crueles y viles.

Dominio público. Takehara Shunsen 竹原春泉.
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Si quieres conocer más sobre la leyenda de la creación de la vida, te invitamos a que leas nuestro artículo “El mito de la creación de Japón”.
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Cómo es vista la muerte actualmente por los japoneses.
En Japón y en especial en el budismo, la muerte es vista como algo que es imposible evitar, ellos la ven como el principio de una nueva etapa. Se tiene por creencia que todas las acciones que hagas en vida influyen en el cómo será tu muerte. Por esta razón al difunto se le acostumbra realizar un ritual de “purificación” el cual consiste en muchos rezos y pedir por el alma del fallecido.
Se cree que si la persona fue buena en vida le será más fácil alcanzar el “Nirvana”, es considerado un estado de felicidad suprema y plena; consiste en la incorporación del alma a la esencia divina, el desapego de los deseos terrenales y la plenitud del ser en todos los sentidos. También se tiene por creencia que las almas renacen o reencarnan en una próxima vida.
El concepto de la muerte en Japón es muy diferente a la creencia de occidente, y por esta razón (aunque no deja de ser triste) se tiene un tipo de duelo distinto, pues se cree que se volverán a reencontrar en este plano terrenal, si es que es así tiene que serlo.

Dominio público.
Los cementerios en Japón.
En el país del sol naciente los cementerios también son algo muy representativo de sus creencias y de la cultura que lo envuelve. Normalmente los cementerios se encuentran ubicados a un lado de un templo budista, en algunas montañas o cerca del centro de la ciudad. Suelen estar llenos de árboles y no siempre tienen bardas. Al incorporar los cementerios cerca de todo, también se implica su creencia de aceptar la muerte en Japón, como parte de la vida.
Al pasar cerca de un cementerio japonés, te invadirá la tranquilidad que estos lugares transmiten, pues aparte de estar rodeado de demasiada vegetación, también se caracterizan por tener un olor constante a incienso, ya que en el budismo es muy común su uso y en los cementerios se acostumbra a colocarlo sobre las tumbas.
Las familias suelen ir a visitar estos lugares muy a menudo, tras su visita se tiene por costumbre limpiar la tumba con agua, dejar flores, quemar incienso y dedicarle una serie de rezos a sus antepasados o difuntos.

Dominio público.
Festival Obon.
Obon, es el festival que intenta unificar por algunos días la muerte con la vida, es el momento donde las almas de los antepasados y las personas que aún habitan en este mundo se reencuentran de nuevo. Este festival tiene como finalidad el rendir homenaje y demostrar respeto por todas las personas que han partido de este plano terrenal.
El Obon es una fiesta tradicional de suma importancia para los japoneses, se lleva a cabo en el mes de agosto y tiene una duración de alrededor de 3 días. Durante esta temporada se realizan diferentes cultos y actividades para conmemorar de la forma más adecuada a todas aquellas almas que vuelven por esta festividad. En estas fechas la muerte en Japón convive de cerca con los japoneses, quienes la reciben de la mejor manera, con mucha alegría, música y respeto.

Navy photo by Photographer’s Mate.
Si quieres conocer más sobre este hermoso y nostálgico festival, te invitamos a que leas nuestro artículo, “Festival Obon, el reencuentro después de la muerte”.
Estas fueron diferentes versiones de cómo es vista la muerte en Japón, son creencias, festivales o tradiciones que al igual que la mayoría de los mitos, han pasado de generación en generación hasta llegar a nuestra actualidad.
Hoy en día es fantástico observar las diferentes celebraciones o cultos que se le realizan a la muerte por todo el mundo, desde los países en los que es vista como un tema tabú, hasta en los que esta celebración está llena de música, color y melancolía.