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Rodeadas de calumnias a lo largo de las últimas décadas, las Geishas son mucho más que un simple acompañamiento.
Envueltas entre el misterio e intriga, las geishas y su destreza para el entretenimiento han logrado perdurar ante el paso de los siglos como un arte de reconocimiento mundial en la actual cultura nipona. Sin embargo, los mitos que las rodean y su inexacta difusión en la cultura popular ha provocado más de un mal entendido y desinformación en su nombre. Es por eso que te vamos a dar a conocer lo necesario para que conozcas más sobre una de las antiguas artes del entretenimiento.
Su nacimiento con exactitud es desconocido, sin embargo, el primer dato que se tiene de las Geishas data del año 1700 en Kyoto. Su procedencia se crea a partir de un origen a un más antiguo e ignorado por la gente, y es que las primeras geishas fueron hombres. Así es, pues los antecesores de esta disciplina fueron hombres; conocidos coma Taikomochi (varias décadas después como Geishas), se encargaban de asistir a los populares banquetes entreteniendo a los invitados con habilidades en diversas disciplinas artísticas como la música y sus amplios conocimientos en distintos temas. En aquél entonces la simple idea de una geisha mujer era inaudita.
Las Geishas no son ni fueron prostitutas, sino mujeres que con disciplinas artísticas entretenían en banquetes, comúnmente eran contratadas por hombres, pero también por mujeres.
La evolución femenina de la disciplina se debió a diversos factores: Una de las razones fue que en el año 1600 (periodo Edo) en la antigua capital nipona, era muy común que los altos mandos y personas de alto estatus social recurrieran a entretenimiento por medio de reuniones y banquetes, a los cuales asistían las “Oiran” (cortesanas de alto rango), ellas se encargaban brindar labores sexuales a clientes poderosos y adinerados, pues sus servicios eran de alto precio, ya que de igual manera se pagaba por el acompañamiento previo al consumo del acto. Estas mujeres poseían además conocimiento en diversas disciplinas artísticas con el fin de satisfacer de la mejor manera a sus clientes, sin embargo estas disciplinas se fueron perdiendo con el tiempo debido a la popularidad que ganaron los “barrios del placer” (zonas de prostitución), que ofrecían servicios similares a los de estas cortesanas a un pago menor, por lo que para no perder clientes las Oiran se enfocaron principalmente en el acto sexual, olvidándose de satisfacer el encuentro previo. Fue en ese momento cuando los altos rangos que solicitaban esta clase de servicios buscaron en otras mujeres los conocimientos que las Oiran carecían, es así como estas mujeres que se autodenominaron como Geishas por brindar los mismos servicios que los hombres Taikomochi o Geishas fueron ganado popularidad hasta tomar el lugar de los hombres Taikomochi por completo.
La palabra Geisha proviene de los Kanjis “Gei” arte o habilidad, “Sha” persona, por lo que se traduce como: persona que practica las artes.
El entrenamiento de las Geishas se forma desde la niñez. En aquél entonces se acostumbraba que las “Okaasan” o “madre” (llamadas así por ser las cuidadoras) comprarán las hijas de familias pobres con el fin de prepararlas desde la juventud. Les era enseñado diversos conocimientos culturales y eran mayormente educadas en disciplinas artísticas como: danza, música, canto, pintura, entre otros con el fin de amenizar los banquetes o divertir a sus clientes. Antes de convertirse en Geishas, se les da el título de Maiko (aprendices de Geisha) las cuales después de recibir su educación son acompañantes de las Geishas en reunión con clientes para aprender a involucrarse y ganarse su propia reputación antes de ser presentada en sociedad. Una vez siendo Geishas, se veían obligadas a dar a su “Okaasan” todas las ganancias obtenidas con sus clientes, esto como pago a todo el conocimiento y aprendizaje que su Okaasan le brindó, la misma Okaasan tomaba la decisión de cuando considerar saldada la deuda.
Actualmente esta disciplina se ha ido perdiendo a lo largo de los años, sin embargo aún existen alrededor de 200 Geishas en ciertos lugares de Japón. Aunque más como una tradición que como entretenimiento social, si lo deseas aún puedes ver a estas fascinantes mujeres en el lugar dónde comenzaron, en la antigua ciudad de Kyoto.
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2 comentarios
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