Japón es un país rico en cultura por sus ceremonias y tradiciones, es por esto que hoy hablaremos de la ceremonia del té.
También conocida como camino del té o chanoyu, es una celebración digna de conocerse, al ser un ritual sumamente completo sobre la preparación del té verde o Matcha.
¿Quieres saber cómo se lleva a cabo?
- Principalmente la habitación debe tener una decoración sencilla para evitar distracciones.
- Los invitados deben esperar en una salita, para después lavarse las manos y boca para purificarse.
- Al entrar a la salita los invitados deben agacharse por una puerta pequeña lo que simboliza que todos son iguales.
- En ocasiones se contempla algún pergamino o imagen, para continuar y encender el fuego.
- Este proceso se acompaña de alguna comida ligera como el Chakaiseki
- Después, se sirven unos dulces no secos, sobre unos papeles plegados, que se cortan y se comen con un palillo especial.
- De nuevo los invitados regresan a la salita hasta que se les llame para tomar el té.
- Se introducen los principios de servicio del té, con base a la armonía zen. (La ceremonia del té puede durar alrededor de 4 horas).
- Se sirve siguiendo una línea de pureza, que parte desde el agua hasta los elementos empleados.
- Se emplea el tradicional juego de utensilios japonés que en total son unos doce
- Al regresar a la sala, el invitado de honor, hace de guía del resto de los invitados.
- En la sala, los invitados deben lucir formales, bien vestidos y sin colores estridentes. Generalmente, se emplean kimonos blancos o negros, dependiendo la ocasión y el sexo de la persona en cuestión.
- El dueño de la casa pone el agua dentro de la tetera, cuidando que esté a la temperatura adecuada.
- Coloca las hojas de té y deja reposar el tiempo indicado, según la variedad.
- Después, el anfitrión comienza a servir el té en las respectivas tazas de los invitados.
- Una vez que todos tengan su taza y el ayudante haya salido del cuarto, los invitados comienzan a beberlo.
- Luego de beber la segunda vuelta, los platos cubren las tazas y el anfitrión las va retirando.
Historia
La historia de la ceremonia del té comienza con la introducción del mismo, en Japón por los monjes budistas aproximadamente en el siglo IX para que después se le diera paso al té verde y se convirtiera en una de las bebidas más populares del país.
Comenzó a beberse principalmente en los monasterios y mansiones de la gente de mayor nivel económico, inicialmente era tomado por sus propiedades medicinales y en los monasterios se bebía para mantenerse despierto durante las meditaciones. Sin embargo, las primeras ceremonias del té fueron con el propósito de hacer la mayor ostentación de sus pertenencias, desde los cubiertos, las tazas donde se servían, la ropa que usaban los anfitriones, las salas donde se llevaba a cabo la celebración, etc. Con el paso de los años, las reglas para dicha celebración fueron cambiando, se establecieron normas desde el horario en que se servía el té y cómo hacerlo.
Sin embargo, no fue hasta que Sen no Rikyu (1522– 1591) cambió de manera radical el enfoque de la ceremonia, pues fue el quién sentó las bases de la denominada wabicha, manera de proceder donde el concepto estético predominante es el wabi (simplicidad) de tal forma que, siguió la corriente de pensamiento basado en el gusto por la sencillez y los productos provenientes de la naturaleza.
Gracias al cambio de Rikyu, la ceremonia tomó un camino que trata sobre disfrutar el momento y el encuentro, es por esto que la conversación que se lleva mientras se realiza la ceremonia, es sobre temas como la creación de la naturaleza, como el sonido del agua, los rayos del sol, y los aromas.
Así que ya sabes, ésta ceremonia no es cualquier cosa, y si te llegan a invitar a alguna, es mejor estar bien preparados, pues no es algo que se tome a la ligera, gracias a su gran significado espiritual, ¿Qué dices, te gustaría asistir a una ceremonia del té?
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[…] leíste nuestro artículo “La Ceremonia más importante de Japón: ceremonia del té”? entonces quizá ya estás preparado para asistir a una de estas sagradas ceremonias. Contesta […]