El Año Nuevo en Japón es conocido como Shogatsu y aunque es una fecha especial en todo el mundo, en el país nipón es más que una celebración un intrincado ritual muy tradicional. Lejos de los fuegos artificiales en las grandes ciudades y el brindis al dar las 12:00 am, en Japón se hacen festivales, se queman amuletos y se bebe sake.
Recibir el año está considerado como una de las fiestas más importantes de Japón, al contrario de la Navidad que prácticamente pasa desapercibida, la celebración de Año Nuevo se hace en todos los rincones de Japón, es un momento familiar, se intercambian obsequios llamados “Seibo” a las personas de las que se recibió ayuda o amor durante el año. Hasta 1873 la fecha coincidía con el calendario chino, pero a partir de ese año se adoptó el calendario gregoriano y se celebra el 1 de enero, día denominado “Gantan”.

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Principales ritos y celebraciones
Los rituales del Año Nuevo en Japón, comienzan con “el festival del olvido” una celebración casi mágica, con la que se pretende despedir el año, se hace con la intención de olvidar los problemas, el estrés y las situaciones difíciles por las que se haya atravesado a lo largo del año, y se agradece por aquello que fue bueno, pero con la intención de cerrar esos recuerdos y dejarlos atrás. Se dice que es mejor dejar todo lo que haya ocurrido el año pasado atrás y no arrastrarlo al nuevo año, incluso la mayoría de los japoneses saldan sus deudas financieras en estas fechas.

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Los japoneses hacen una limpieza profunda de sus casas y luego las decoran con pinos llamados “Kadomatsu” que simbolizan la longevidad, bambúes y ciruelos para celebrar la llegada del Año Nuevo en Japón, y es tradición recibir el año observando el primer amanecer, todos salen a sus balcones, ventanas y patios a observar la primera vez que el sol ilumina el nuevo año.

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Ese mismo 1 de enero, las personas acuden a los santuarios a lo que se conoce como el “Hatsumode”, que significa la primera visita al templo del año. Es la oportunidad de pedir a los dioses que les brinden fortuna y bienestar para el año que comienza. Las plazas de los principales templos están abarrotadas de gente usando sus mejores kimonos, hay puestos de comida en las afueras y es un ambiente muy festivo.
Uno de los rituales más importantes del Año Nuevo en Japón es la felicitación del Emperador. Es una comparecencia pública el 31 de diciembre en la que el Emperador da sus mejores deseos a la población, es una ocasión donde las zonas privadas del palacio abren sus puertas para recibir a las personas y es un evento televisado en todo el país. Luego le siguen el clásico sonido de las campanas que resuenan en todo Japón.
Aunque a diferencia de Occidente, en este caso las campanas resuenan en todos los templos budistas del país, sin faltar ninguno, y las hacen resonar 108 veces al dar las 12 de la medianoche. Cada campanada simboliza una de las 108 pasiones terrenales que deben superarse para llegar a la iluminación. También se compran en los templos los “Shogatsu kazari” que simbolizan esperanza para el nuevo año.

Dominio público
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El último día del año ocurre el Daruma Kuyo, una ceremonia donde se queman los amuletos de los propósitos cumplidos. Conoce todo aquí.
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Comida típica del Año Nuevo en Japón
Se suele cenar el 31 de diciembre un platillo llamado “Osechi Ryori”, que consiste en una variedad de coloridos platos que vienen en cajas especiales llamadas jubako, muy similares a las cajas bento. Cada plato tiene un significado especial para dar la bienvenida al Año Nuevo. También es tradicional comer toshikoshi soba, cuya longitud significa una vida larga, mochis, y ozoni (sopa con mochi) que significan limpieza espiritual, todo se acompaña con otoso o amasake, vino de arroz endulzado que se prepara en los templos.

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Mochitsuki, la ceremonia para preparar mochi.
El Mochitsuki (餅つき) es una de las ceremonias japonesas que más nos gusta, y se lleva a cabo en Año Nuevo, o inicios del año, y consiste en elaborar mochi (餅) de la manera más antigua en compañía de amigos y familiares. Y aunque el mochi se come durante todo el año, se consume con más frecuencia a finales e inicios del año.